Historia de la calabaza de Halloween

En la anterior entrada os contaba el origen de la tradición de Halloween, vamos a conocer otra historia curiosa, ¿de dónde viene la tradición de la calabaza?
Narra una leyenda irlandesa del siglo XVIII que había un hombre llamado Jack, el Tacaño, que era un bebedor, jugador y holgazán. Un día, se le apareció el diablo disfrazado como un hombre normal y se puso a beber con él durante largas horas. Después le dijo que era Lucifer y que venía a llevárselo para que pagase por sus pecados, Jack le pidió que bebieran juntos una ronda más, como última voluntad. El diablo se lo concedió, pero al ir a pagar ninguno de los dos tenía dinero, así que Jack retó a Lucifer a convertirse en una moneda para demostrar sus poderes. Satanás lo hizo, pero en lugar de pagar con la moneda, Jack la metió en su bolsillo, donde llevaba un crucifijo de plata. Incapaz de salir de allí, el diablo ordenó a Jack que le dejara libre, pero Jack respondió que no lo haría a menos que prometiera volver al infierno para no molestarle durante un año.
Al cabo de ese tiempo, el diablo volvió para llevarse a Jack, pero de nuevo éste le pidió un último deseo, ahora fue que el demonio cogiera una manzana que estaba en lo alto de un árbol para que pudiera comérsela antes de ir al infierno. Lucifer accedió, pero cuando se hallaba en lo alto del árbol, Jack talló una cruz en su tronco para que no pudiera escapar. Ahora pidió no ser molestado en diez años, ademas de que no pudiera reclamar su alma para el inframundo. Satanás accedió y Jack se vio libre de su amenaza.
Su destino no fue mejor, a su muerte, Jack quiso ir al cielo, pero fue detenido a las puertas de San Pedro, impidiéndosele el paso, pues no podían aceptarle por su mala vida pasada, así que fue enviado al infierno. Para su desgracia, allí tampoco podían aceptarlo debido al trato que había hecho con el diablo. Lucifer le arrojó unas llamas ardiendo, las cuales Jack atrapó con un nabo hueco, mientras burlonamente agradecía la improvisada linterna que así obtuvo. Condenado a deambular por los caminos, sin más luz que la de su linterna. Con el paso del tiempo se le conoció como Jack "El de la linterna".
Esta es la razón de usar nabos y más tarde calabazas, que tenían el color del resplandor de las llamas infernales para alumbrar el camino a los difuntos en Halloween y también el motivo de decorar las casas con estas figuras.

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